domingo, 30 de mayo de 2010

MAESTRO SAINT GERMAIN: EL CAMINO DE RETORNO No. 6

6. LAS SEMILLAS DE LA EVOLUCIÓN.
El proceso de evolución de la psiquis humana.
El castillo del conocimiento humano
Buscando las semillas escondidas.
La huella de cada civilización


6.    LAS SEMILLAS DE LA EVOLUCIÓN.

El sendero del retorno es el sendero de las semillas, el sendero que recorre cada etapa de evolución para ir comprendiendo los distintos procesos por los que un ser espiritual va transformándose hasta lograr el cumplimiento total de su misión como criatura divina. Observar a los seres humanos moverse individualmente dentro de una misión colectiva unificada, es un espectáculo digno de ser apreciado por todas las mentes espirituales, entender que en la diversidad de funciones existe coordinadamente un propósito único, es una manifestación clara de la armonía universal manifestándose en cada una de las diferentes etapas de evolución.

 El proceso de evolución de la psiquis humana.

Una breve revisión histórica de la evolución del hombre nos permite comprender que así como su psiquis ha ido evolucionando y transformándose, desde una psiquis con intereses meramente individuales hasta otra donde la colectividad forma parte ya de sus objetivos como ser evolucionante, es también algo que nos muestra cómo la expansión de conciencia es sin duda la nota determinante en la evolución de todos los seres creados.
Todo el saber del hombre empezó con unas cuantas semillas aisladas, experiencias que fueron acumuladas por individuos aislados, los que a su vez, las transmitieron a su descendencia y pasaron a formar parte de una herencia de conocimiento que se iba ampliando y magnificando conforme se iban sumando las experiencias individuales de cada generación, así pudiéramos decir que análogamente es como si unos cuantos focos de luz empezaran a encenderse, cada uno con diferentes colores y sus haces luminosos fueran entremezclándose formando combinaciones múltiples, conforme avanzan proyectándose hacia el infinito.


El castillo del conocimiento humano

De la misma manera, el conocimiento del hombre se ha ido expandiendo, unas cuantas ideas individuales empezaron a proyectarse a través de la descendencia de la humanidad y empezaron a formar el gran castillo del conocimiento humano, cada generación sumaba a las predecesoras las experiencias que iba acumulando; sin embargo, las fuentes prístinas de la luz permanecen latentes como las causas de las causas de todo aquello que ha ido acumulándose con el paso del tiempo, y cuando hablamos del conocimiento no únicamente nos referimos a conceptos intelectuales, también nos referimos a las creencias que fueron sembradas en la psiquis de los hombres por esa curiosa interacción que se dio entre los instintos normales de supervivencia y las tendencias que la semilla espiritual dejara manifestar en esos primeros cuerpos físicos en los que estaba encarnando.
Y la humanidad siguió sumando ladrillos al ya de por sí vasto castillo del conocimiento y henos aquí miles de años después tratando de encontrar en medio de este maravilloso e inmenso castillo de conocimientos aquellos lugares en donde fueron escondidas las semillas de donde partió todo. Cámaras secretas localizadas en algún punto escondido en los sótanos de este castillo, son las que darán las claves, las pautas, los principios, que nos permitirán no únicamente esclarecer el camino del retorno, sino igualmente las proyecciones futuras que la humanidad seguirá trazando en el transcurso de su historia.

Buscando las semillas escondidas.

No son palabras lo que buscamos, no son conceptos científicos, ni tampoco psicológicos, son conceptos encerrados antes de que los razonamientos se hicieran presentes en las mentes de los hombres, antes de que un lenguaje formal apareciera, son experiencias basadas en imágenes, basadas en contrastes de luces, basadas en emociones, generadas en esas primeras etapas, en que las tendencias animales se entremezclaban con las inclinaciones humanas de la semilla que empezaba a germinar.

¿Qué es, entonces, lo que estamos buscando?, ¿cómo esclarecer un camino que permita llegar a la fuente misma de donde partimos como raza?, los ojos que observan la historia no son los mismos ojos de los que la escribieron. En este recorrido hacia atrás observaremos pero no participaremos, comprenderemos, pero no experimentaremos, reviviremos la historia, descubriéndola en las raíces mismas de nuestra propia raza, pero no como parte de un proceso evolutivo, no como parte de un volver a vivir cosas ya trascendidas, sino como espectadores ávidos de entender las causas que dieron lugar a la evolución del hombre. Entenderemos los porqués de la aparición de tantas y tantas tendencias, que como seres humanos hemos manifestado, y en algún momento en el futuro no muy lejano, localizaremos esos lugares secretos, que formaron las piedras angulares, donde ha quedado soportado el gran edificio de la civilización.

La huella de cada civilización.

Por ahora deseo que dibujen en sus mentes la siguiente analogía: los primeros hombres formaron los cimientos de este castillo y cada generación proporcionó los elementos y los detalles de las etapas subsiguientes del castillo; conforme el castillo ha sido construido, la configuración, los materiales y los conceptos han ido cambiando, a su paso cada sociedad ha implantado en el castillo su propio sello y su propia arquitectura; en la cúspide se construye el edificio de lo que esta civilización actual está manifestando, materiales sintéticos, una civilización fundamentalmente encaminada hacia el bienestar material, una sociedad que desea despertar a una espiritual, pero que no logra inscribir dicho conocimiento dentro del marco formal de las ciencias, siente el llamado pero no ha encontrado la manifestación adecuada para imprimirse como parte de la educación formal del hombre. La sociedad del plástico y del petróleo, la sociedad de la moneda y el átomo, esos son los ingredientes con que está siendo construida la última etapa del edificio.
Pero vayan hacia atrás y encontrarán otros pisos, otras paredes, otras construcciones formadas con aspiraciones diferentes de los seres humanos, iluminadas con emociones místicas algunas veces, y otras con emociones meramente bélicas, encontrarán pisos llenos de corrupción y otros en donde la belleza del arte se respira en cada rincón, sigan descendiendo por las escalinatas de este gran castillo y encontrarán pasadizos que los llevan hacia lugares oscuros y confusos, mientras que otros los llevarán por los senderos del arte y de la música, cada sociedad ha dejado impresa su personalidad en los diferentes pisos de este castillo.
Sigan recorriendo las escaleras hacia abajo y, al igual que un gran museo, irán observando en las paredes, en los cuadros, en el mobiliario, los frutos de cada una de las generaciones que les han precedido y, en el fondo, en los sótanos del castillo, allá donde la luz se esconde egoístamente, en donde será preciso encender la luz del espíritu podremos encontrar las claves de lo que andamos buscando.

 MENSAJES DEL MAESTRO SAINT GERMAIN   
“COMUNICACION  COSMICA”



















...






















No hay comentarios:

Publicar un comentario