domingo, 30 de mayo de 2010

MAESTRO SAINT GERMAIN: EL CAMINO DE RETORNO No. 11

11. EL PUNTO DE PARTIDA.
Regreso al punto de partida.
La relatividad del libre albedrío.
Los misterios.

11.  EL PUNTO DE PARTIDA.

Quiero cerrar con esta comunicación la serie del Camino del Retorno, después de esto sólo quedarán algunos conceptos que resumiremos brevemente a manera de despedida en alguna sesión futura.

Regreso al punto de partida.

Por hoy quisiera que consideraran la siguiente analogía: Si un ser humano partiera en línea recta hacia un largo viaje sobre la superficie de la tierra, llegaría un momento en donde sin nunca retroceder sus pasos lo dirigirían hacia el punto de donde partió. Es decir, un viajero caminando siempre hacia adelante sin jamás retroceder, llegaría al punto de donde una vez partiera.
En el universo es lo mismo, un viajero saliendo de algún punto del universo y viajando siempre en línea recta, llegará un momento en que regrese al punto de partida.
El hombre habiendo salido un día del seno de Dios y sin dejar de evolucionar un solo instante, llegará indudablemente de regreso a Dios.
Y la analogía se hace más clara cuando entendemos que todo el universo se mueve en términos de ciclos, en períodos de expansión y contracción, en períodos de flujo y reflujo.
No es el camino del retorno un desandar los pasos, un retroceder en la evolución que ha llevado el hombre hasta donde se encuentra actualmente, el camino que hemos esbozado es el camino que pasa a través del conocimiento de uno mismo, es el camino que despierta conciencias, es el camino que permite al hombre avanzar y al mismo tiempo descifrar su pasado.


La relatividad del libre albedrío.

En las mentes de algunos evolucionistas, el hombre se mueve en un solo eje y no entiende que avanzar es tan relativo como retroceder.
Estos conceptos si bien pueden chocar con las mentes extremadamente geométricas de algunos ocultistas deben ser fácilmente aclarados cuando pensamos en términos de relatividad. Si el plan divino siempre se cumple y sin embargo, el libre albedrío humano permanece como piedra angular de este mismo plan divino, lo que la conciencia humana ha venido haciendo es recorrer sobre las líneas ya dispuestas del plan divino un libre camino dentro del gran espacio de probabilidad predispuesto por la voluntad de Dios.
A la conciencia humana le corresponde elegir el camino que ya previamente fue trazado como posibilidad por el plan divino, y sin embargo el origen y la meta son la misma. Dios ha emanado todas las cosas existentes de tal manera que pudiesen regresar a El después de haber recorrido sus dominios.
Y deberemos aclarar aún más estas palabras, porque cuando hablamos de dominios divinos y hacemos una distinción entre Dios y sus dominios no debemos implicar que sean objetos distintos, los dominios son parte de Dios, sólo que tendremos que definir que una parte de Dios es el origen y otra parte de Dios sus dominios, pues el hombre ha nacido en Dios, camina y evoluciona en Dios, y se dirige hacia Dios.
Y porque el hombre vive en Dios es creador y al andar su camino condensa las líneas que anteriormente fueron sólo posibilidades dentro del plan divino, enriqueciendo de esta forma la creación visible y dejando para un futuro indeterminado a otras generaciones el trabajo de seguir haciendo realidad el resto de posibilidades que el plan divino ha dispuesto desde el origen de los tiempos.
La humanidad como un todo ha venido trazando su propio camino dejando pistas y huellas en la conciencia y en la carne de todos los seres que actualmente viven, y el mismo impulso, que iniciara el movimiento de aquellos primeros seres humanos, hoy mueve, motiva e impulsa a los actuales.
La dirección de la historia ha sido trazada por el pasado inmediato, pero el libre albedrío humano retoma el impulso, atiende los estímulos internos y redefine la dirección, en esto radica el milagro del libre albedrío.
La maravillosa soberanía del hombre sobre su propia conciencia, soberanía que tal vez hasta hoy haya sido ejercida de una manera ingenua y hasta infantil, pero llegado el momento de la madurez espiritual, será parte de las maravillas de la raza humana y permitirá al hombre acelerar el paso vislumbrando el futuro de una manera más clara y sin indecisiones.

EL CAMINO DE RETORNO
MENSAJES DEL MAESTRO SAINT GERMAIN   













Los misterios.
Mediten en el misterio que encierra un plan divino respetuoso del libre albedrío, mediten en el misterio del hombre que, sin jamás regresar, llega al punto de donde partió; mediten en la paradoja del tiempo, que viajando sólo en una dirección, parte y conduce hacia el mismo punto.
Y una vez que se hayan sumergido en tan insondables misterios, expandan su conciencia para incluir dentro de ustedes mismos al principio y fin de todo lo que existe, sean ustedes mismos el camino, y entonces entenderán que habiendo partido de Dios, jamás se alejaron de El, que caminando hacia Dios, siempre estuvieron a la misma distancia.
Entiendan que residiendo en la conciencia divina, el camino de la conciencia humana no ha sido sino el viaje alegórico que, esa pequeña parte de ustedes llamada conciencia terrenal, ha dado a través de sus propios dominios.
Si hacen esto y logran abarcar de una sola mirada el panorama de la evolución de la humanidad desde sus inicios hasta sus finales, habrán en un instante recorrido el camino del retorno.










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